06 septiembre, 2011

Al borde del lenguaje

Sentado al borde del lenguaje
un helicóptero atraviesa el cielo,
el verano ha muerto para siempre,
labios mudos sobre botellas vacías.

Temprano se me disparó tu marcha,
amuletos ocre desbordan la existencia,
frases raíz, relatos fuego.

El tiempo engulló la llave
de aquel cajón secreto,
el tiempo engulló tu rostro y mi cordura,
más tarde el tiempo se tragó toda la casa.

Palabras que enumeran cosas muertas,
papel y tinta con desconocido paradero,
mujeres que al alzar sus ojos
no supieron dibujar el mapa de aquel sueño.

Queda silencio desbordado
y un hambre de respuestas
sumergidas en el lago del tiempo,
páginas en blanco que también te pertenecen.

Estéril es la sangre azul de nuestros días
postrada sin remedio al borde del lenguaje.

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