21 enero, 2009

Prólogo de "CARMEN Y LOS ÁNGELES"


Hay versos que se gestan en las bibliotecas, entre aburridas clases de Literatura y almuerzos vespertinos o en la monotonía de una inexcusable jornada laboral completa. Son, por lo general, disquisiciones teóricas envueltas en rígidas formas, cantos razonados que de antemano pretenden un objetivo para con el lector, intenciones trabajadas para un determinado fin literario. No se adivina una lucha al otro lado, una fuerza situada en un tiempo irremediable y en un espacio hostil, el latir de esa voz en el poema lírico con sus anhelos, pasiones y miserias.

Existe, sin embargo, otro tipo de poesía que se gesta detrás de los escenarios y de los viajes, de los besos de mujeres que impulsan a la búsqueda del fuego o en el profundo anhelo irremplazable de un ideal que huye. En ese sentido, bebe a partes iguales de los juglares y del condenado silencio que la existencia en ocasiones nos propina. Son poemas extraídos de las profundidades de la acción, de esos discretos pozos situados de forma inconsciente en cada movimiento de la voluntad y del deseo. Ese tipo de poesía electrizante y un tanto encriptada es la que aparece en “Carmen y los ángeles”, un conjunto de poemas hecho a sí mismo en la interiorización de un mundo personal que corresponde al de su propio autor.

Aquí encontramos la voz desencadenada de una existencia cuyas pulsiones se han ido erosionando por los acontecimientos de una realidad material insípida, obligado a refugiarse en un lirismo nostálgico y desenfrenado el tema central del amor en ocasiones correspondido no encuentra con todo puerto en lo esencial de su anhelo primigenio, una imposible vuelta a las raíces se convierte en la obsesión de una poesía que suena con reminiscencias del romanticismo más puro, hilando con un lenguaje elevado y cierto refinamiento formal poco usual hoy en día.

Carmen (y los ángeles) como icono de esa esencia virgen, raíz a la que aspira el poeta de forma permanente en su insaciable búsqueda que se extiende desde la pulsión sonora del rockabilly - siempre presente en la vida de nuestro autor- hasta la silenciosa criba de emociones desbocadas que aterrizan en esta singular obra.



José Antonio Pamies

16 enero, 2009

un poco de teoría antes de seguir

"En efecto, el historiador y el poeta no se diferencian por decir las cosas en verso o en prosa (pues sería posible versificar las obras de Heródoto, y no serían menos historia en verso que en prosa); la diferencia está en que uno dice lo que ha sucedido, y el otro, lo que podría suceder" Aristóteles

"Junto a la experiencia de la filosofia, la del arte representa el más claro imperativo de que la conciencia científica reconozca sus límites" Gadamer

"Todo en la obra es significante, susceptible de significar. El libro es un mundo y el crítico experimenta ante este mundo la misma sensación que el escritor ante el mundo real. La crítica es una lectura profunda, participa de la interpretación, pero lo que descubre en la obra no es un significado, sino solamente cadenas de símbolos, homologías de relaciones: el "sentido" de la obra no es finalmente más que una floración de los símbolos que constituyen la misma. La crítica únicamente toma conciencia de sus límites: no puede pretender ni descubrir una verdad, ni agotar los significados de la obra" Barthes

"La interpretación desarticula en piezas sueltas lo que en su sentido originario está enigmáticamente unido. El misterio que flota en toda manifestación lírica no puede ser jamás revelado por la interpretación. Pues lo que es único reviste tal grado de intimidad que permanece siempre inaccesible al espíritu dotado de la mayor sagacidad. Lo mismo que un rostro es siempre más elocuente que cualquier estudio fisiognómico, y un alma es siempre más profunda que todo intento de esclarecimiento psicológico" Emil Staiger

"Tal es la virtud de la poesía: revelar el ser de la existencia no como algo pensado en general, sino como algo que se ha vivido una única vez; no como una cosa en la que se medita abstractamente, sino como ser concretamente contemplado."
Pfeiffer

"Aunque la experiencia verbal es común a los poetas de todas las épocas, desde el romanticismo se convierte en lo que llamamos conciencia poética: una actitud que no conoció la tradición. La poesía moderna es inseparable de la crítica del lenguaje, que, a su vez, es la forma más radical y virulenta de la crítica de la realidad. El poema no tiene objeto o referencia exterior; la referencia de una palabra es otra palabra." Octavio Paz

"Actualmente estoy dispuesto a admitir... que la lírica antigua y la moderna... tienen, con todo, algo en común: el que, en ambos casos, la expectativa no se dirige al reconocimiento de una realidad representada y que se conoce o se ha vivido, sino a la manifestación de aquello que es diferente al mundo de nuestra experiencia cotidiana". Jauss


NEW CRITICISM

(algunos apuntes valiosos de esta corriente anglosajona)

Rechazo de la crítica contemporánea y la erudición histórica académica como fin último de la investigación literaria, concepción orgánica del poema (no hay una tajante separación entre forma y contenido), enfoque inmanente en el análisis (close reading) prescindiendo de los elementos exteriores (ilusiones de la crítica extrínseca)

4 ilusiones
de la crítica extrínseca de las que prescindir:

- ilusión genética, que confunde el poema con sus orígenes psicológicos en un autor, consiste en interesarse por el "querer decir" (intentional fallacy)
- la ilusión orientada a la comprensión de la psicología del lector en el proceso receptor (affective fallacy)
- la ilusión de la expresividad de la forma, que piensa en una dependencia mimética del poema respecto de un objeto o una experiencia, que sería reflejada en la forma del poema.
-por último, es ilusorio también pensar en el poema como cauce para la transmisión de una doctrina (fallacy of communication)

Actitud común:

"El poema significaba lo que significaba, independientemente de las intenciones del poeta y de los sentimientos subjetivos que suscite en el lector"