15 mayo, 2010

poema de Gonzalo Rojas

LOS DÍAS VAN TAN RÁPIDOS

Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.

Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura
donde termina el hueso, me voy a mi semilla,
porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía.

Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado en este juego delirante,
pero el espejo cruel te lo descifra un día
y palideces y haces como que no le crees,
como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo allá en el fondo.

Si eres mujer te pones la máscara más bella
para engañarte, si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:
así es que lo mejor es ver claro el peligro.

Estemos preparados. Quedémonos desnudos
con lo que somos, pero quememos, no pudramos
lo que somos. Ardamos. Respiremos
sin miedo. Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo ahora, y en la última hora.

12 mayo, 2010

deleite atemporal,
vida en el juego-arte

más que evasión reviviscencia
a contradevenir, en el meollo
de lo irremediable detenido

flecha de luz sobre lo no completo

heridas derraman ser
en el hueco abandonado
de un antiguo río
que es barro

será piedra
si nos dejamos morir
a contramusa

metaexistir
en todo tiempo

sin más espacio que el poema



"El presente sólo se forma del pasado, y lo que se encuentra en el efecto estaba ya en la causa." "El tiempo es invención o no es nada en absoluto." "Existir es cambiar, cambiar es madurar, madurar es creación sin fin." "El triunfo de la vida es expresada mediante la creación."

Bergson

08 mayo, 2010

prosa en poema

Con el paso del tiempo
se relaja la vida,
y el arte cobija la llama
de un impulso ciego.

Ya nadie habla de sus ojos
con el dedo en la llaga,
se volvieron tan educados de repente
que tuve que aprender
a buscarte en los libros de la noche,
donde reposan mis muertos favoritos.

Comprendo que muchos estén de vuelta
ahora que sabéis
que por amor al arte no se come
y se sufre extraño el camino,
otros tantos como tú se engañan
al instalarse en colinas turinesas,
sanatorios alemanes o al enorme abrigo
de Giacomo Leopardi.*

He cruzado los límites de lo literario
y puedo afirmar
sin ningún tipo de razón
que estaba equivocado,
el arte no cobija nada
y todo late en existir.

Me lo dice el tiempo vivo
sobre la luz dichosa del poema
en la desnuda llama de tu cuerpo
que es verdad y presente tangible.


* notas al pie