05 octubre, 2011

El amor
no solo se construye
sobre los puentes de esta ciudad,
al caer la noche
el agua remueve mis entrañas.

Río abajo
fuegos fatuos se extinguen,
su nombre serpentea en el plexo solar.

A su lado
lloro una perla original
que se despide como nieve herida,
insólita es la luz de sus palabras.

Sombra con sombra se afianza el tiempo,
el azar reduce los espacios,
la historia de mi amor no tiene huella
y se construye sola.

El poema traza su destino.

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