04 julio, 2010



Anónima emoción que te devoras

en la urgencia frágil de hablarme,
como hacen a menudo los tristes
cuando la chispa inicial se apaga
y es lo remoto vida.


¿Por qué es tan difícil nombrar lo que arde
cuando en el alma todavía quema?
Indómita la palabra se acaba ahogando
contra las cenizas de otro cuerpo,
de otra voz sorda y efímera.


Noble imagen de amor que no supiste avivar
y en otros ojos relampaguea
como si fueran esos los mismos.

Huellas mojadas de la tribu nómada,
humo extraño de un fuego anterior al lenguaje,
l
ejos de esta vida que hoy celebras y cantas
como si fuese cierta.

No hay comentarios: