El esqueleto del poema dialoga,
su lenguaje se desnuda de flores
descubriendo las últimas brasas,
cenizas que la noche temblorosa templa
en un vaivén de cómplice quietud,
embriagada soledad de carne y hueso
el esqueleto del poema tiembla
cuando alguien toca su timbre de luz,
la casa bajo cero de otro tiempo que dialoga sin lenguaje
el silencio la recoge bajo llave
en el mudo corazón del poema.
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