20 mayo, 2008

Seducción misteriosa


Mi voz es la voz de tus formas,
barro que siempre continúa
sin detenerse en los objetos que mancha,
porque todo es pasajero y tu piel
me incita a explorar bosques fríos
que puedan revelarme a ti.

Desisto de ciertas traducciones
que emplean imágenes
para retener sucedáneos,
tus promesas son puras
y tienen la fuerza de lo misterioso,
el relámpago de luz en la noche.

Un día quise acogerte,
construí un hogar cerca del río
y ya no estabas,
seis años asomado a un ventanal,
observando el movimiento de las cosas
comprendí el ciclo
que me había llevado hasta ti.

Hoy habito en parajes
que acaricia una luz desconocida,
señales que modelan mis pasos,
miradas que limpian mis botas,
presagios de un enigma
cuya esencia sacude estos afanes.

Andar el camino, este impulso
devorador está proyectado en cada ser,
se nutre del vértigo
y nadie puede retener su vuelo.

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